Hoy me tomo mi tiempo porque mañana es lunes.
Los lunes son los días elegidos para empezar cosas, Septiembre el mes en el que todo comienza y la noche el momento en el que se visualiza.
Tras un intenso fin de semana me siento frente al ordenador y procuro ordenar todo lo acontecido, a las 2:05 de la madrugada, como solía hacer antes y lo hago porque desde mañana lunes me doy rienda suelta. Nivel de confianza: expectante .
Dar rienda suelta es bueno y malo, es arriesgado y sensato, es de todo un poco y es como debe ser y no tiene por qué.
Este fin de semana he visto que mañana lunes puede ser un gran día que merece una oportunidad porque sin esfuerzo he llegado a él, porque ayer y hoy me recordé y me respeté.
Maldigo el día en el que se llevaron el suelo bajo mis pies y maldigo también haber aprendido a nadar tan tarde porque me ha hecho llorar como una niña por cada baldosa mientras perdía el tiempo sin dar una brazada. Me enseñaron a andar los caminos, a elegir los destinos, a pararme en cada semáforo y preguntar sí me perdía. No existía el agua y no la vi hasta que no me llegó hasta el cuello, así solo resistes y, en el mejor de los casos, te mantienes...otra vez mismo perro con distinto collar.
De esta manera he conseguido todo lo que podía lograr y así lo dejo por escrito para que mañana lunes no se me olvide que es el día en el que comienzan cosas y además el más duro de la semana.
Nadie dijo que fuera fácil.
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