Cuando me quedo sola

Me gusta pasar tiempo sola, no vivir sola, que no me gusta, pero sí que cojan la puerta de vez en cuando y salgan a buscar tabaco a un estanco far far away.
En ese momento coloco mi epicentro en la cocina. Cual urraca llevo todos mis tesoros allí y empiezo el anidamiento...tengo todo lo que pega y lo que no:
-Libertad para cocinar y consumir toda clase de fritos, grasas, helados y manzanas al caramelo.
-Las botellas de vino, las copas y tiempo.
-Revistas del corazón de los 90; las encontré durante la mudanza y no veo el momento de analizarlas.
-El portátil...para todo; para leer, buscar, ver el penúltimo de Juego de tronos, menéame.net, la web de telecinco...sirve pa tó.
-El teléfono en el sitio de la casa con menos cobertura.
Cosas simples, sencillas, banales, no necesito más. Que si mañana me proponen ir a un spa o a una playa o una fiesta, con amigos, a lo anuncio de Estrella Damm, con la melena brillante como la de Sara carbonero, un buggy buggy y una guitarra firmada por Camarón, comprenderé que tiene que ser así, que no se puede escapar del instinto de "arrejuntamiento" humano por muy urraca que sea una.