Capítulos II

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Colgué el teléfono, me desnudé y me metí en la ducha.
- ¿Al final qué?, ¿va o no va? - entra, como siempre, sin llamar, ya no me importa-.
- No
- Vaya, ¿y eso por qué?
- Pues....otras veces ha sido al  contrario, muchas más bien, y no ha pasado nada, y yo me he quedado en casa, ¿verdad?
- Hija tu sabras, sólo lo sabes tú.
Y lo sabía mejor que nadie, aunque no coincidieramos en los motivos el resultado era el mismo. Lo que nunca sabré es quien se queda más fastidiado al no acudir a la llamada del otro. No me gustaba eso, no me convencía hacer las cosas así mientras elegía barra de labios roja y los zapatos con el tacón más alto.
El objetivo de la noche era claro, reconciliarme con la única persona que podía hacerme sentir agusto, yo misma.

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